DESCRIPCIÓN DEL PLAGIO:

Esta foto está tomada en el sur de Portugal, durante unas vacaciones de Semana Santa. La puerta pertenece a una especie de torre de vigía cerca de una playa, en general, dicha torre se encentra en perfecto estado de conservación. Las personas que aparecen en la imagen son transeúntes anónimos, bien pudiera interpretarse que son conocidos, cuando no familia.

EXPLICACIÓN:

Ignorando el significado literal de la palabra (ruina en portugués tiene el mismo significado que en español, de hecho en el diccionario etimológico nuestro término aparece como hermano del portugués), la imagen no tiene desperdicio. En primer lugar, porque no parece que el edificio exteriormente se presente como ruinoso, como echado a perder, sino, más bien, lo contrario. En segundo lugar, porque la prudencia de los viandantes ante la oscuridad que proviene del interior sí nos hace sospechar que “la ruina” habita en aquel lugar.

Sin embargo, el carácter que esta imagen posee como filosofía plagiada podría ensayarse del siguiente modo:  

Aristóteles venía a decir en su Metafísica, que el hombre lo era, en tanto quiere salir de su ignorancia. Esto es lo humano, intentar salir de un estado en el que, probablemente lo tengamos todo demasiado claro (ver texto Rubert de Ventós). La actitud de estos dos personajes nos resulta entrañable, por compartida. Ya que nadie en su sano juicio iría a mirar un lugar así, anunciando sombras. Pero, precisamente, en esto hallamos algo característico de la filosofía: los valientes, los intrépidos, son capaces, no ya solo de acercarse (como estos prudentes ojeadores) al abismo (el no saber a qué atenerse, el horror vacui intelectual) que representa esta puerta, sino que son capaces de atravesarla y alojarse allí durante un tiempo. Que se vea después mejor, que se comprenda mejor la realidad que nos rodea una vez consigamos salir de las sombras, de las dudas, puede ser lo que ofrezca “la filosofía en cuanto productiva”; pero, como ya sabemos, al privilegiar la pregunta frente a las respuestas (uno de los vicios de los profesores de filosofía, según M. Onfray, recuérdese esto), debemos ser conscientes de que la tal vez no tengamos respuestas a algunas preguntas. Nada malo, por otra parte, pues lo importante para aprender a filosofar es demorarse en escudriñar la herida que produce la perplejidad ante una realidad problemática. 

TEMA O RELACIÓN CON ALGÚN TEMA ESTUDIADO:

 - Las referencias están dadas en la explicación anterior.